jueves, 16 de octubre de 2008

"Hemos transformado el cuerpo humano en un nuevo dios"




"Hemos transformado el cuerpo humano en un nuevo dios"
Lo afirma el psicoanalista Eric Laurent.

Diario La Nación

NOTICIAS DE CULTURA › Miércoles 8 de julio de 2008

Los intelectuales del mundo y LA NACION


"Hoy lo que tenemos en común no es el lazo social ni el lazo político ni el religioso, sino nuestro cuerpo, nuestra biología. Hemos transformado el cuerpo humano en un nuevo dios: el cuerpo como última esperanza de definir el bien común. A mí me parece que esto es el prototipo de las falsas creencias", afirma el reconocido psicoanalista francés Eric Laurent.



Laurent: "Ahora se toman remedios psiquiátricos como recreo". Foto: Fabián Marelli

Por Virginia Arce

Para LA NACION. Con la colaboración de Cecilia Diwan


Laurent, nacido en París en 1945 y uno de los más destacados discípulos de Jacques Lacan, critica el espíritu cientificista y mecanicista de esta época. "Ahora que no está más la garantía de Dios hay una garantía en el cuerpo. Este es, supuestamente, el fundamento de una ciencia de la felicidad. Gracias a las nuevas tecnologías, los neurólogos nos ofrecen imágenes en las que podemos ver el centro de la felicidad. Eso es muy fascinante. Sin embargo, las respuestas rápidas que ofrecen las neurociencias a los conflictos psíquicos son falsas", dijo Laurent, máximo responsable de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, durante una entrevista con LA NACION en su última visita a Buenos Aires.

"En nuestra sociedad existe la idea de que todo puede ser reducido al mundo técnico. Es un protocolo maquinista", sostuvo. Autor de numerosos libros (12 de los cuales han sido publicados en español), Laurent es profesor de posgrado en el Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de París VIII, prestigiosa institución donde dictaron clases intelectuales como Michel Foucault, Gilles Deleuze, Alain Badiou y Lacan.

Amable y efusivo, Laurent opina que un ejemplo del espíritu mecanicista de la época se puede ver en la actuación de Estados Unidos en Irak: "Intentó constituir un Estado democrático, en un laboratorio. Pasó del modelo de laboratorio al país sin pensar en la gente. Esta concepción técnica del mundo no deja de producir catástrofes".

Usted describe la civilización actual como individualismo de masa. Esta sociedad genera, según sus dichos, excesos y exclusión. ¿Qué respuestas tiene el psicoanálisis para los marginados del sistema?

Los marginados son sujetos que están excluidos de la relación económica. Los cartoneros, por ejemplo, tratan con los restos que quedan del consumo: ellos mismos se encuentran reducidos a eso. Tratan con lo excluido y son excluidos. El objeto fundamental producido por nuestra civilización es la basura. Y estas personas son, de la misma manera, usadas y rechazadas. Lo que decimos frente a estos modos de expulsión es que los excluidos no lo están en el plano de la lengua. Hablan, son seres humanos, son seres parlantes.

¿Cómo se los puede recuperar?

Dándoles la palabra. A pesar de que no tienen poder adquisitivo, tienen el poder de encontrar una solución.

Esta imposibilidad de acceder al consumo genera violencia. ¿Cree que esta sociedad es más violenta que las anteriores?

No es que haya más violencia, sino más tecnología de la violencia. Se ha construido una sociedad de vigilancia generalizada; entonces, se genera más violencia, para superar esas defensas. Es una cuestión de tecnología. Nos rodea un mundo tecnológico donde la violencia se vuelve más eficaz en su carácter destructivo. Es una eficacia negativa, es pulsión de muerte, la parte maldita...

Entre las víctimas de esta violencia, los más débiles son los niños. ¿Dónde quedan ubicados en este escenario?

Los chicos pueden sentirse abandonados a sí mismos y a su propia violencia. Hay algo vinculado a la condición humana en esta violencia. El hombre es un animal violento. Los niños se sienten abandonados a la violencia que tienen en ellos. Antes se los mandaba a la guerra; ahora se los manda a las escuelas, pero esas escuelas tienen problemas de autoridad. Hay que encontrar nuevos modelos que ayuden a la juventud a atravesar la adolescencia. La culpa es nuestra, no de los niños. No hemos sabido inventar los rituales apropiados que puedan ayudar a un joven violento a encontrar salidas que no sean autodestructivas o destructivas para los demás.

Por ejemplo.

En el siglo XIX, los ingleses, cuando tuvieron que pasar a la educación de masas, inventaron el deporte de masas, el fútbol. En ese sentido, deberíamos inventar el nuevo deporte del siglo XXI, un nuevo ritual que al mismo tiempo fuera una práctica del cuerpo y que permitiera la socialización.

Uno de los refugios que parecían irreductibles eran las familias. ¿No lo son ya?

Hoy tenemos familias recompuestas, monoparentales y de personas sueltas. Tenemos también las familias compuestas por parejas del mismo sexo. Son modos de mantener un deseo de familia. No se puede decir que la familia no es más un objeto de deseo: más bien es un objeto de deseo sobre formas múltiples, que no está regulado por la tradición.

Y en esas familias, ¿qué lugar ocupa esta figura que siempre fue central para el psicoanálisis, el padre?

Un cambio de esta época es la desautorización de las prohibiciones. Recuerdo el famoso eslogan de fines de los años 60: "prohibido prohibir". Hoy hay una desautorización de la autoridad, del modelo tradicional de la autoridad. La figura del padre fue trastrocada: hoy su función es cargarse de la culpa de prohibir. Esto lo vemos en la extensión de los trastornos de atención, en las adicciones. Lo que parece estar extendiéndose son las patologías de acciones, no las patologías derivadas de la prohibición.

¿Cuáles son estas patologías de acciones?

Vemos cada día más gente desaforada en los shoppings, gente que no puede parar de comprar. Si la felicidad es tener tanto como los demás, hay que endeudarse de manera excesiva para tener más, sin pensar, sin tener en cuenta las consecuencias.

¿El psicoanálisis está en contra del uso de medicamentos para ciertas patologías?

El psicoanálisis es un discurso que evoluciona. En el siglo XIX era una práctica que se ejercía en una civilización en la cual no existían los fármacos psiquiátricos. Pero ahora todo el mundo toma fármacos. Por enfermedad, por trastornos, de forma preventiva, por las dudas... Toma medicación que sirve de recreo.

¿A qué le llama "recreo"?

A la automedicación, la medicación consumida fuera de una indicación médica precisa. Se utilizan, por ejemplo, remedios que supuestamente están hechos para tratar la disfunción de la erección en el hombre y se los utiliza con la fantasía de mejorar las performances sexuales. Estamos en una civilización en la cual el uso de fármacos está muy presente. El psicoanálisis sólo constata que su discurso opera en una civilización que ha cambiado completamente.

domingo, 5 de octubre de 2008

Cindy Sherman









Los fotogramas de Cindy Sherman son más que interesantes. Observen algunos:

El fotograma




Queridos amigos, examinen estos fotogramas. Creo que Barthes no se equivocaba. El sentido de un filme solo puede ser captado, triste ironía, en el congelamiento de la imagen; en esa entelequia del fotograma. El fotograma desplaza, disemina, el sentido.

viernes, 22 de agosto de 2008

El acorazado Potemkim de Sergei Einsenstein

Sergei Einsenstein





DATOS PERSONALES



Sergei Einsenstein.(Sergej Mikajlovic Ejzenstejn)Cineasta y teórico soviético (Riga, 1898-Moscú, 1948). Era hijo de un arquitecto de origen judío alemán y de una madre "aria" rusa que pertenecía a la gran burguesía comerciante.


EL REALISMO HISTÓRICO





La vanguardia Soviética





Cuando los bolcheviques toman el poder en 1917, el cine ya había cautivado a los rusos. El cine mudo significó gran atracción para el gobierno revolucionario debido a que las dos terceras partes de la población era analfabeta y la imagen sería de gran utilidad para crear la conciencia popular. En 1919 se nacionalizó la industria cinematográfica y se crea la primera escuela estatal de cine. La perspectiva política se confundía con la artística, entrando en conflicto la necesidad de experimentación artística con el objetivo de utilizar el cine como propaganda política. De esta escuela surge Lev Kulecheiv, a quien se lo ha considerado como el padre del cine soviético, siendo un gran defensor del cine como expresión artística; su importancia superó a sus propias películas, debido a que sus aportes teóricos al arte del cine fueron de importante influencia para los cineastas de la época. Muchos de los directores surgidos en ese momento tenían como concepción que la forma superaba al contenido, por lo tanto las autoridades soviéticas comenzaron a ver sus obras como inaccesibles para el público masivo. Entre este tipo de directores se encontraba Eisenstein, que tenía la idea de que un país revolucionario debería tener una cultura revolucionaria. Junto a él se destacaban Pudovkin, autor de “La Madre” y Doujenko.
El cine mudo de Eisenstein
Luego de poner fin a su carrera teatral y de realizar dos cortos, filmará su primer film “La Huelga” (1925). En esta película el acento está puesto en las imágenes con una clara intención de captar y encauzar las emociones del espectador. La película estaba consagrada al movimiento obrero revolucionario y carece de héroes individuales que se destaquen sobre la masa. Esto estaba de acuerdo con las reglas que imponían las autoridades, quienes rechazaban la concepción individual del mundo , por lo tanto las películas deberían carecer de personajes que mostrasen sus perfiles psicológicos o sus conflictos interiores. Su siguiente film sería una gran obra maestra “El Acorazado Potemkin”, considerada hasta el día de la fecha como una de las mejores películas de todos los tiempos. En este film el motín de los tripulantes de un barco serviría para materializar la vasta epopeya obrera y campesina de 1905. Por lo que se puede extraer de sus escritos, la preparación técnica de esta película fue rigurosa y reflexiva y los efectos fueron calculados con gran esmero. Para la construcción de la misma siguió las reglas de las tragedias clásicas, es decir con cinco actos. Para celebrar el décimo aniversario de la revolución de 1917, se le encarga a Eisenstein una película que haga referencia al tema, se llamará “Octubre”. Su estreno se debió retrasar cinco meses debido a que Trosky había caído en desgracia y todas las imágenes que se referían a él debieron ser borradas. Eisenstein era además un teórico del cine y entre sus teorías se destacaban las que se referían al montaje. Es justamente “Octubre” en donde más lejos ha llevado su teoría del montaje. Por montaje entendía todo lo contrario de una unión lineal de trazos y sus estudios parten de la escritura japonesa; observando que la combinación de dos jeroglíficos produce una idea nueva y sosteniendo que “la representación de los objetos en sus proporciones reales , no es más que un tributo a la lógica formal ortodoxa”. La noción de montaje estaba relacionada con la de conflicto como principio fundamental de todo arte. Es decir que a partir de objetos preexistentes de la realidad, hace que se choquen, que se combinen produciendo una imagen nueva y distinta de la realidad. Su último film mudo fue “Lo viejo y lo nuevo”( 1929), también conocida como “La Línea general”. Aquí hay un giro en su guión debido a que aparece Marfa la campesina destacándose sobre la masa, aunque la película trata de la colectivización en una aldea de campesinos. En su texto “La forma en el cine” explica que había pasado la época del cine épico y de las masas como protagonistas, por lo tanto Marfa es la primera heroína del cine post- épico. De aquí en más comenzarían los años más difíciles de Eisenstein, en donde terminaría solo tres películas en casi veinte años.
Los años difíciles
En 1930 Eisenstein es enviado a Europa para investigar sobre el sonido en el cine y luego partiría hacia Nueva York, en donde es recibido como un genio pero también con desconfianza de tener un “comunista” en Hollywood, al no poder filmar nada porque también se le imponían las condiciones para hacerlo, decide viajar a México. En este país comienza a rodar “¡Que Viva México!"(1931), pero por los malos manejos de la producción la película se mantuvo inacabada. En 1932 regresa a la URSS, pero “su tiempo se ha cumplido” decían las autoridades soviéticas y es así que todos sus proyectos eran rechazados por el director de la industria cinematográfica soviética. En 1935 comenzó ha filmar “El Prado de Bezhin”, pero no la pudo finalizar porque la consideraron muy experimental. En 1937 filma su primer film sonoro “Alejandro Nevsky”, es una historia ambientada en el siglo XII, logrando gran éxito entre los espectadores rusos. Recibió todos los honores, pero para ello debió resignar su pasado artístico y aceptar que le impongan el tema a filmar, los colaboradores, los actores y el control de la pureza ideológica. En 1944 filma “Ivan el terrible”, recibiendo el premio Stalin; en 1946 filma la segunda parte llamada “La conjura de los Boyardos” pero la película es censurada y recién es autorizada a ser exhibida en 1958, cuando hacía diez años que Eisenstein había muerto a causa de un infarto.
Los escritos
En esos años que Eisenstein no pudo filmar, se dedicó a la enseñanza y a escribir, elaboró numerosos artículos teóricos de cine, los desarrollados hasta 1929 están contenidos en el libro “La forma en el cine” y se refiere a la teoría del montaje, al análisis de los cinco actos del Acorazado Potemkin y un ensayo sobre el paralelismo entre Dickens y Griffith. Los ensayos más importantes entre 1938 y 1940 están contenidos en “El sentido del cine”, donde aborda los problemas del montaje, el color y el sonido. En los escritos es frecuente encontrar notas sobre Flaubert, Joyce, Balzac, Wagner, Picasso, indagando todo lo que testimonia el poder creador del hombre. Hace unos meses se cumplieron cien años del nacimiento de este maestro y fue recordado en casi todo el mundo y reafirmándolo entre los más grandes realizadores de toda la historia del cine a pesar de todos los impedimentos y condicionamientos que le tocó vivir.








FILMOGRAFÍA





1924 La huelga (Stachka)1925 El acorazado Potemkin (Bronenosets Potiomkin)1927 Octubre (Oktiabr)1929 Lo viejo y lo nuevo - La línea general - (Staroie i novoie)1933 Que viva México (Inconclusa)1935 El prado de Bezhin (Bezhin Lug)1938 Alejandro Nevski (Alexander Nevsky)1943-45 Iván el terrible (Ivan Grozni I)1943-45 La conjura de los Boyardos -Iván el terrible II- (Ivan Grozni II)

jueves, 21 de agosto de 2008

Más de cien mentiras


Hoy en clase, sin querer, cité Más de cien mentiras. Esta canción de Joaquín Sabina es espectacularmente genial. Si Freud tiene razón estamos hechos: la pulsión de muerte nos arrastra inexorablemnte al fin, pero, es cierto, también es un hecho que aún siempre queda un pretexto, una mentira para seguir en pie, una luz que pueda sacarnos del laberinto.


MAS DE CIEN MENTIRAS

Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
tenemos moteles, garitos, alteres.

Tenemos urgencias, amores que matan,
tenemos silencio, tabaco, razones,
tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
tenemos cenizas de revoluciones.

Tenemos zapatos, orgullo, presente,
tenemos costumbres, pudores, jadeos,
tenemos la boca, tenemos los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo.

Tenemos el sexo y el rock y la droga,
los pies en el barrio, y el grito en el cielo,
tenemos Quintero, León y Quiroga,
y un bisnes pendiente con Pedro Botero.

Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.

Tenemos un as escondido en la manga,
tenemos nostalgia, piedad, insolencia,
monjas de Fellini, curas de Berlanga,
veneno, resaca, perfume, violencia.

Tenemos un techo con libros y besos,
tenemos el morbo, los celos, la sangre,
tenemos la niebla metida en los huesos,
tenemos el lujo de no tener hambre.

Tenemos talones de Aquiles sin fondos,
ropa de domingo, ninguna bandera,
nubes de verano, guerras de Macondo,
setas en noviembre, fiebre de primavera.

Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas,
que importa, lo siento, hastasiempre, te quiero,
hinchas del atleti, gángsters de Coppola,
verónica y cuarto de Curro Romero.

Tenemos el mal de la melancolía,
la sed y la rabia, el ruido y las nueces,
tenemos el agua y, dos veces al día,
el santo milagro del pan y los peces.

Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;
tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,
ramblas en la luna, vírgenes de cera.

Tenemos naufragios soñados en playas
de islotes son nombre ni ley ni rutina,
tenemos heridas, tenemos medallas,
laureles de gloria, coronas de espinas.

Tenemos caprichos, muñecas hinchables,
ángeles caídos, barquitos de vela,
pobre exquisitos, ricos miserables,
ratoncitos Pérez, dolores de muelas.

Tenemos proyectos que se marchitaron,
crímenes perfectos que no cometimos,
retratos de novias que nos olvidaron,
y un alma en oferta que nunca vendimos.

Tenemos poetas, colgados, canallas,
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma,
abuelos que siempre ganaban batallas,
caminos que nunca llevaban a Roma.

Título: Más de cien mentiras
Año: 1994
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina
Disco: Esta boca es mia (1994)

jueves, 7 de agosto de 2008

MANIFIESTOS



El Manifiesto Antropófago, escrito por Oswald de Andrade (1890-1954), es publicado en mayo de 1928 en el primer número de la recién-fundada Revista de Antropofagia, vehículo de difusión del movimiento antropofágico brasileño. En su lenguaje metafórico lleno de aforismos poéticos repletos de humor, el Manifiesto se convierte en el eje teórico de ese movimiento que quiere repensar la cuestión de la dependencia cultural en Brasil.



MANIFIESTO ANTROPOFAGO

Sólo la antropofagia nos une. Socialmente. Económicamente. Filosóficamente.
Única ley del mundo. Expresión enmascarada de todos los individualismos. De todas las religiones. De todos los tratados de paz.
Tupí, or not tupí that is the question.
Contra todos los catecismos. Y contra la madre de Gracos.
Sólo me interesa lo que no es mío. Ley del hombre. Ley del antropófago.
Estamos cansados de todos los casados católicos sospechosos puestos en drama. Freud acabó con el enigma mujer y con sustos de la psicología impresa.
Lo que atropellaba la verdad era la ropa; el impermeable entre el mundo interior y el mundo exterior. La reacción contra el hombre vestido. El cine americano o informará.
Hijos del sol, madre de los vivos. Hallados y amados ferozmente, con toda la hipocresía de la añoranza, por los inmigrados, por los traficados, por los turistas. En el país de la “vibora-víbora”.
Fue que nunca tuvimos gramáticas, ni colecciones de viejos vegetales. Y nunca supimos lo que era urbano, suburbano, fronterizo y continental. Holgazanes en el mapamundi del Brasil.
Una conciencia participante, una rítmica religiosa.
Contra todos los importadores de conciencia enlatada. La existencia palpable de la vida. Y la mentalidad prelógica para que el Sr. Lévy-Bruhl estudie.
Queremos la revolución Caribe. Mayor que la revolución francesa. La unificación de todas las revueltas eficaces en dirección del hombre. Sin nosotros Europa ni siquiera tendría a su propia declaración de los derechos humanos.
La edad de oro anunciada por América. La edad de oro. Y todas las girls.
Filiación. El contacto con el Brasil Caribe.
Ou Villaganhon print terre. Montaigne. El hombre natural. Rousseau. De la Revolución Francesa al Romanticismo, a la Revolución Surrealista y al bárbaro tecnizado de Keyserling. Caminamos.
Nunca fuimos catequizados. Vivimos a través de un derecho sonámbulo. Hicimos que Cristo naciera en Bahía. O en Belem de Pará.
Pero nunca admitimos el nacimiento de la lógica entre nosotros.
Contra el padre Vieira. Autor de nuestro primer préstamo, para ganar comisión. El rey–analfabeto le dijo: ponga eso en el papel pero sin mucha labia. Se hizo el préstamo. Gravamen para el azúcar brasileño. Vieira dejó el dinero en Portugal y nos trajo la labia.
El espíritu se rehúsa a concebir el espíritu sin el cuerpo. El antropomorfismo. Necesidad de la vacuna antropofágica. Para el equilibriocontra las religiones de meridiano. Y las inquisiciones exteriores.
Sólo podemos atender al mundo oracular.
Teníamos a la justicia codificación de la venganza. La ciencia codificaciónde la Magia antropofagia. La transformación permanente del Tabú en tótem.
Cuando el mundo reversible y las ideas objetivas. Cadaverizadas. El stop del pensamiento que es dinámico. El individuo víctima del sistema. Fuente de las injusticias clásicas. De las injusticias románticas. Y el olvido de las conquistas interiores.
Derroteros. Derroteros. Derroteros.
Derroteros. Derroteros. Derroteros. Derroteros.
El instinto Caribe.
Muerte y vida de la hipótesis. De la ecuación yo parte del Cosmos al axioma Cosmos parte del yo. Subsistencia. Conocimiento. Antropofagia.
Contra los élites vegetales. En comunicación con el suelo.
Nunca fuimos catequizados. Lo que hicimos fue un carnaval. El indio vestido de senador del Imperio. Fingiéndose Pitt. O figurante en las óperas del Alencar lleno de buenos sentimientos portugueses.
Ya teníamos comunismo. Ya teníamos legua surrealista. La edad de oro.
Catiti Catiti
Imara Notiá
Notiá Imará
Ipeyú
La magia y la vida. Teníamos la relación y la distribución de los bienes morales, de los bienes de dignidad. Y sabíamos transponer el ministerio y la muerte con el auxilio de algunas fórmulas gramaticales.
Le pregunté a un hombre lo que era el Derecho. Me respondió que era la garantía del ejercicio de la posibilidad. Ese hombre se llamaba José de Galimatías. Me lo comí.
Sólo hay determinismo donde no hay misterio. ¿Pero qué tenemos que vercon todo eso?
Contra las historias del hombre que comienza en el Cabo Finistre. El mundo sin fechas. Sin rúbricas. Sin Napoleón. Sin César.
Contra las sublimaciones antagónicas. Traídas en las carabelas.
Contra la verdad de los pueblos misioneros, definida por la sagacidad de un antropófago el Vizconde de Cairú: Es la mentira muchas veces repetida.
Pero no fueron cruzados los que vinieron. Fueron fugitivos de una civilización que estamos comiendo, porque somos fuertes y vengativos como el Jabutí.
Si Dios es la coincidencia del universo Increado, Guarací es la madre de los vivos. Jací es la madre de las plantas.
No tuvimos especulación. Pero teníamos adivinamiento. Teníamos Política que es la ciencia de la distribución. Y un sistema social planetario.
Las migraciones. La fuga de los estados tediosos. Contra las esclerosis urbanas. Contra los Conservatorios y el tedio especulativo.
De William James a Voronoff. La transfiguración del Tabú en totem. Antropofagia.
El pater familias y la creación de la Moral de la Cigüeña: Ignorancia real de las cosas, falta de imaginación + sentimiento de autoridad ante la prole curiosa.
Es necesario partir de un profundo ateísmo para llegar a la idea de Dios. Pero el Caribe no necesita de ello. Tenía a Guarací.
El objetivo creado reacciona como los ángeles de la Caída. Después de Moisés divaga. ¿Pero qué tenemos que ver con todo eso?
Antes de que los portugueses descubrieran Brasil ya había descubierto la felicidad.
Contra el indio de antorcha. El indio hijo de María, ahijado de Catalina de Médicis y yerno de Don Antonio de Mariz.
En el matriarcado de Pindorama.
La alegría es la prueba de los nuevos.
Contra la Memoria fuente de costumbre. La experiencia personal renovada.
Somos concretistas. Las ideas toman su lugar, reaccionan, queman gente en las plazas públicas. Suprimamos las ideas y demás parálisis. Por los derroteros. Creer en las señales, creer en los instrumentos y en las estrellas.
Contra Goethe, la madre de los Gracos, y la Corte de Don Juan VI.
Laalegría es la prueba de los nueve.
La lucha entre lo que se llamaría Incrado y la Criatura ilustrada por la contradicción permanente del hombre y su tabú. El amor cotidiano y el modus-vivendi capitalista. Antropofagia. Adsorción del sacro enemigo. Para transformarlo en totem.
La humana aventura, la terrena finalidad. Sin embargo, sólo las élites puras consiguieron realizar la antropofagia carnal, que trae en sí el más alto sentido de la vida y evita todo los males identificados por Freud, males catequistas. Lo que se da no es una sublimación del instinto sexual.
Es la escala termométrica del instituto antropofágico. De carnal se vuelve volitivo y crea amistad. Afectivo, el amor, Especulativo, la ciencia. Se desvía y se transfiere. Llegamos al envilecimiento. La baja antropofagiahacinada en los pecados del catecismo – la envidia, la usura, la calumnia, el asesinato. Peste de los llamados pueblos cultos y cristalizados, es contra ella que estamos actuando. Antropófagos.
Contra Ancheta cantándole a las once mil vírgenes del cielo, en la tierra de Iracema –el patriarca Joao Ramalho fundador de Sao Paulo.
Nuestra independencia aún no fue proclamada. Frase de Don Juan VI: - ¡Hijo mío, ponte esa corona en la cabeza, antes de que algún aventurero lo haga! Expulsamos a la dinastía. Es necesario expulsar el espíritu bragantino, las ordenaciones y el rapé de María da Fonte.
Contra la realidad social, vestida y opresora, puesta en catastro por Freud–¬la realidad sin complejos, sin locuras, sin prostituciones y sin penitenciarías del matriarcado de Pindorama.
En Piratiningá
Año 374 de la Deglución del Obispo Sardinha



Revista de Antropofagia. Sao Paulo, año 1 No 1
mayo de 1928

martes, 29 de julio de 2008

Ernesto Cardenal

Ernesto Cardenal (Nicaragua, 1925) es uno de lo poetas más lúcidos del continente. Aquí dos poemas suyos que me conmovieron hace tanto tiempo. El primero es una plegaria ante tanto abuso del poder político. El segundo es el testimonio poético de una época que, sinceramente, tampoco entiendo muy bien. Las fotos: la primera es la del autor; la segunda, es una de la revuelta de la plaza Tia an men (la imagen maravillosa de ese estudiante chino enfrentándose al tanque siempre quedará grabada en mi retina). La tercera es Lima, ciudad que tanto amo y odio a la vez.


SALMO 5

Escucha mis palabras oh Señor
Oye mis gemidos
Escucha mi protesta
Porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores
ni partidario de su política
ni te influencia la propaganda
ni estás en sociedad con el gángster.
No existe sinceridad en sus discursos
ni en sus declaraciones de prensa
Hablan de paz en sus discursos
mientras aumentan su producción de guerra
Hablan de paz en las Conferencias de Paz
y en secreto se preparan para la guerra
Sus radios mentirosos rugen toda la noche
Sus escritorios están llenos de planes criminales
y expedientes siniestros
Pero tú me salvarás de sus planes
Hablan con la boca de las ametralladoras
sus lenguas relucientes
son las bayonetas...
Castígalos oh Dios
malogra su política
confunde sus memorándums
impide sus programas
A la hora de la Sirena de Alarma
tú estarás conmigo
tú serás mi refugio el día de la Bomba
Al que no cree en la mentira de sus anuncios comerciales
ni en sus campañas publicitarias, ni en sus campañas políticas
tú lo bendices
lo rodeas con tu amor
como con tanques blindados.


MANAGUA 6:30 PM


En la tarde son dulces los neones
y las luces de mercurio, pálidas y bellas...
Y la estrella roja de una torre de radio
en el cielo crepuscular de Managua
es tan bonita como Venusy un anuncio ESSO es como la luna
Las lucecitas rojas de los automóviles son místicas
(El alma es como una muchacha besuqueada detrás de un auto)
TACA BUNGE KLM SINGER
MENNEN HTM GOMEZ NORGE
RPM SAF OPTICA SELECTA
proclaman la gloria de Dios!
(Bésame bajo los anuncios luminosos oh Dios)
KODAK TROPICAL RADIO F&C REYES
en muchos colores
deletrean tu Nombre.
“Transmiten
la noticia...”
Otro significado
no lo conozco
Las crueldades de esas luces no las defiendo
Y si he de dar un testimonio sobre mi época
es éste: Fue bárbara y primitiva
pero poética.

Entre papeles viejos y olvidados. Discurso a la Promoción FICCIONES








Hace algún tiempo enseñaba en la Facultad de Educación de la UNFV. Y por esas cosas del destino una promoción tuvo la ocurrencia de elegirme su padrino. A mí que les hacía la vida imposible con clases pesadas y dejándoles a leer cuanto libro podía. Sin embargo, decidieron que apadrinara su promoción, a la que denominaron Ficciones (sintomático, ¿no?). Quedé en enviarles el discurso que pronuncie ante ellos y sus familiares (una emoción maravillosa que siempre llevo en mí), pero, ya sea por distracción, olvido, pereza, nunca se los envié. Hoy, revisando mi vieja computadora me topé con este discurso. Si lo publico no es por querer elogiarme a mí mismo, sino porque quiero pagar esa vieja deuda con ellos, mis amigos. Gracias, queridos jóvenes por su amistad.






PALABRAS PARA LA PROMOCION FICCIONES

El día de hoy me siento sumamente emocionado; no sólo porque es la primera vez que tengo el honor de haber sido escogido como padrino de una promoción de alumnos que egresan de la Universidad, si no que este honor se multiplica al máximo por el hecho de que estos alumnos son mucho más que eso para mí, son mis amigos, mis muy queridos amigos. Por eso las palabras que siguen a continuación no pueden ser dichas desde la razón, sino que se deben más al sentimiento, al cariño, a la gratitud, a la admiración; en suma, al amor que estos jóvenes provocan en mí.

Queridos jóvenes, es muy gratificante para mí verlos lograr sus deseos y sus metas. Ha culminado una etapa importante en sus vidas; su dedicación de cinco años, su esfuerzo constante por aprender día a día, su entrega y sacrificio reiterado finalmente ha logrado su recompensa. Hoy queridos jóvenes, egresan de esta universidad, se van de estas aulas para emprender un nuevo camino más allá de estos claustros; a partir de hoy ustedes pondrán en práctica lo poco o lo mucho que han aprendido aquí; a partir de hoy ustedes dejan de ser alumnos y se convierten en profesores.

Les deseo lo mejor en esta nueva etapa de sus vidas que hoy inician; les auguro el mayor de los éxitos posibles; y desde la confianza que me han dado, desde el cariño que me han profesado desinteresadamente, les ruego, les pido, les exijo, que nunca pierdan esa perseverancia que los ha caracterizado (y que yo admiro mucho en ustedes), ese espíritu de lucha, esa actitud rebelde y guerrera ante la vida. Jamás pierdan esa postura de desafiarse ante los problemas, ni grandes ni pequeños; es más, láncense a ellos con pasión y valentía, yo diría con furia, ya que, es la mejor arma que poseen para tener éxito y no caer en la mediocridad, ese pan de cada día que vemos por todas partes. Luchen, queridos amigos, luchen, no sólo para ser felices sino para hacer felices a los que los rodean. Porque la felicidad nunca puede ser completa si no es compartida. Porque la felicidad si no es de todos no es de nadie. Porque si es de pocos, es decir: de nadie, esa felicidad importa tan poco, sirve de nada.

Las personas que no tienen nada por qué desafiarse y luchar, no pueden dejar constancia de su existencia como personas, la lucha genera tensión creativa y, cuando esta tensión dinámica desaparece, lo que ocupa su lugar es la corrupción, en todos sus sentidos. Por eso, luchen, jóvenes, luchen cada día de su vida porque esa es la única manera de vivir cor orgullo y dignidad. Esa es la única manera de levantarse todas las mañanas y mirarse en el espejo sin sentir un asomo de vergüenza.

De la misma manera, queridos amigos, nunca jamás se cierren al dolor ajeno. No cierren sus ojos, no tapen sus oídos, no callen su boca. Oscar Wilde, escribe: “Donde hay dolor hay un lugar sagrado”. Respeten ese lugar, pero si es posible ayudar a superarlo, háganlo, porque es también uno de los deberes sublimes que tendrán que cumplir, porque ser profesores implica mucho más que ser trasmisores de conocimiento; en sus manos, está el futuro de nuestra sociedad, de nuestra nación, de la humanidad completa.

Con el avance de la tecnología, actualmente, son más las tareas en que las máquinas remplazan al hombre. Frente a este proceso de deshumanización, ustedes deben mantenerse firmes en dar testimonio de los valores humanos de la persona. Esto, lo podrán lograr si toman en serio su vocación de servicio a los demás, si toman en serio los postulados de la carrera que han terminado el día de hoy. Quién no vive para servir, no sirve para vivir; porque con el ejemplo, podrán generar cambios de conducta, en cada una de las personas que van a pasar por sus vidas. Queridos amigos, esfuércense en cambiar esas vidas que van a llegar a sus vidas, dense íntegros en ese reto invalorable que deberán asumir y afrontar con responsabilidad y orgullo; den la vida, quemen el cielo, si es necesario por dejar algo bueno y duradero en sus alumnos; porque si no lo hacen habrán fracasado rotundamente y es más, como alguna vez les dijera en clase, sus profesores, yo mismo, sobre todo yo mismo, también habremos fracasado. Queridos jóvenes, el hombre sólo cabe en la utopía, como dice el gran maestro Ernesto Sábato; sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido. Y ustedes tienen un papel fundamental en esta tarea quijotesca tal vez, pero urgente y necesaria; la tarea ineludible e inmediata de cambiar el mundo; ustedes son los maestros del hoy y el mañana, ustedes tienen el deber de hacer del mundo un lugar mejor que el que encontraron o les dejaron. Por favor, no eviten el destino magnifico y maravilloso que la vida les ha encomendado.

Hoy empiezan este nuevo camino, más difícil, más exigente, pero quizá más digno e imperioso. Sus profesores, yo aún mucho más, nos sentimos orgullosos por cada uno de ustedes; sin embargo, este sentimiento es compartido también por sus padres.

Señores padres: uno de los mayores logros en vuestras vidas es ver que sus hijos logren sus metas y lleguen a ser mejor que nosotros.

Que, sus hijos han iniciado el camino hacia su realización y esto, no hubiera sido posible sin su esfuerzo, sacrificio, apoyo y comprensión.

Que, sus hijos han logrado parte de sus metas, eso es verdad, pero, aún falta un camino largo por recorrer, el mismo que sólo podrá lograr si siguen contando con su apoyo, con su experiencia, con su amor y con la confianza en que Dios nunca no nos abandona, por más grande que sea el obstáculo; porque el camino al éxito no es fácil, por el contrario está plagado de sin sabores y dificultades por el que tienen que transitar sus hijos, ayúdenlos a vencer para que lleguen a la cumbre y puedan izar la bandera del éxito, que será el éxito de ustedes también.

Finalmente jóvenes villarrealinos, la vida los espera, que la mística en sus vidas, siempre sea luchar hasta triunfar, para el prestigio de ustedes mismos y de su alma mater; pero, también esperamos de ustedes, sean sin lugar a dudas, nuestros mejores difusores de este gran proyecto, de esta gran realidad que es la Universidad Nacional Federico Villarreal, su casa, mi casa, la casa de todos.

Ojalá no haya mucho de intrascendente en lo que he tenido que hablar; ojalá se haya entendido por lo menos algo de lo mucho que quise decir, ojalá haya podido cumplir con ustedes, mi amigos; les agradezco y les ruego dispensarme.

Gracias.

FERNANDEZ RETAMAR, EL CRITICO. Una aproximación a la obra crítica de Roberto Fernández Retamar

Richard A. Leonardo Loayza
Universidad Nacional Federico Villarreal
Universidad de San Martín de Porres


Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero
el tronco ha de ser de nuestras repúblicas.
José Martí.


El trabajo crítico realizado por Roberto Fernández Retamar es un continuo y reiterado compromiso con la cultura y la literatura latinoamericana. No sólo desde la creación poética sino también desde la crítica, siempre el tema fundamental sobre el que gira sus reflexiones ha sido y es Latinoamérica. Quizás haya mucho de polémica en el ejercicio de su labor, pero lo cierto es que éste se constituye como un aporte fundamental que ha abierto múltiples caminos por donde pueden transitar aquellos que, de alguna u otra manera, están inmersos en esa búsqueda impostergable de una Latinoamérica que pueda leerse y expresarse por sí misma.
A pesar que ha pasado mucho tiempo desde que Retamar alzara su voz, creo que sus reclamos se hacen actuales y que mucho de lo que dijo y dice es necesario y pertinente hoy más que nunca cuando el fantasma de la globalización (¿debo decir occidentalización?) está rondando nuestra casa y todo hace prever que nos arrasará sin ninguna clase de contemplación. En estas breves líneas me propongo hacer una aproximación a la obra crítica de este importante intelectual cubano. Y, en especial, a lo referente a la postura suya de buscar una teoría literaria latinoamericana auténtica y propia.

Urgencia de una teoría literaria latinoamericana: tras la búsqueda del unicornio.

Debemos empezar diciendo que el trabajo crítico de Fernández Retamar fue parte fundamental de un sector de la crítica Latinoamericana que rechazó la «avanzada» agresiva del primer estructuralismo (al que el mismo Fernández Retamar denominara, en su versión mecanicista de aplicación, estructuralismo vulgar (1995b:131)) y que diera cuenta de la especificidad del fenómeno literario producido en Latinoamérica.[1]
Este proyecto generacional y colectivo tuvo su partida de nacimiento oficial en Para una teoría de la Literatura Hispanoamericana[2], ensayo que Roberto Fernández Retamar publicara en la entonces muy prestigiosa revista Casa de las Américas, en 1973. En este ensayo, especie de manifiesto, de queja pública, reclamó la necesidad urgente de la emergencia de una «auténtica teoría de la literatura latinoamericana» que cerrará filas a la «invasión metateórica y teórica europea» que postulaba, en muchas de sus versiones, la universalidad de sus aplicaciones metodológicas. Presupuesto que, muchas veces, era aceptado a rajatabla por los intelectuales latinoamericanos. Fernández Retamar insistía:
"Las teorías de la literatura hispanoamericana, pues, no podrían forjarse trasladándose e infiriéndole en bloque criterios que fueron forjados en relación con otras literaturas, las literaturas metropolitanas. Tales criterios, como sabemos, han sido propuestos -e introyectados por nosotros- como de validez universal. Pero también sabemos que ella en conjunto es falsa, y no representa sino otra manifestación del colonialismo cultural que hemos sufrido, y no hemos dejado de sufrir, como secuela del colonialismo político y económico. Frente a esta seudo universalidad, tenemos que proclamar la simple y necesaria verdad de que una teoría de la literatura es la teoría de una literatura" (1995a: 82).

Así Fernández Retamar negaba de plano la universalidad de la Teoría literaria que se postulaba como única fuente de aproximación y estudio del fenómeno literario. Esta arrogancia universalizadora y homogeneizadora no era dable por la sencilla razón de haber sido construida sobre la base pragmática de una literatura única: la metropolitana, la occidental. Entonces esta teoría no servía para leer la literatura latinoamericana y por extensión ninguna otra que no sea la literatura metropolitana occidental. Walter Mignolo, explica la postura de Fernández Retamar cuando comenta Para una teoría...:
"Aunque la expresión no le conviene [Mignolo se refiere a la denominación Tercer Mundo], Retamar la usa para desprenderse de la idea de un mundo homogéneo y de la paralela noción de la universalidad de la Literatura. Y si no existe una literatura universal, tampoco puede existir una teoría general o universal de la literatura que, por definición, es la contemplación de ese objeto que no existe" (1991:104).

La publicación de Para una teoría... generó una intensa polémica en los ámbitos del pensamiento latinoamericano crítico latinoamericano. Polémica que se agudizó al aparecer, en 1975, un segundo ensayo que reafirmaba y ampliaba los puntos de vista de Retamar en lo referente a la necesidad de una «verdadera teoría de la literatura latinoamericana». Este ensayo se llamó Algunos problemas Teóricos de la Literatura Hispanoamericana[3], que apareció simultáneamente en dos de las revistas más importantes del pensamiento crítico continental: Casa de las Américas y la Revista de Crítica Literaria Latinoamericana.
Detengámonos, pues, un poco más en la base argumental en el se apoya este segundo ensayo de Fernández Retamar.

Una teoría literaria latinoamericana: reiterando un viejo reclamo

En este segundo ensayo Fernández Retamar, una vez más, evidencia la «incongruencia» de que la literatura hispanoamericana sea abordada con un aparato teórico elaborado a partir de otras literaturas. Según él, la literatura producida en el continente es un aparato descolonizador que expresa nuestros problemas y trasmite nuestros valores. Lamenta que ésta carezca de una visión descolonizada que la estudie o que incluso, se lo proponga como:

"[...] como algo distinto de lo que en realidad es -de nuevo como mera proyección metropolitana- : con frecuencia, mediante una arbitraria jerarquización que empuja a primer plano sus búsquedas formales, y oscurece sus verdaderas funciones: todo ello con motivaciones y consecuencias ideológicas diversas y a ratos diversionistas" (Fernández Retamar, 1994 b: 83).[4]

Esta orientación hacia esa «búsqueda formal» de los críticos latinoamericanos, se amplía en la intención de algunos de ellos que pretenden arribar a una teoría general de la literatura que, a pesar de utilizar como sustrato ejemplos de la literatura hispanoamericana, no hacen sino resaltar aún más su dependencia cultural.
Es aquí donde Fernández Retamar propone empezar esta elaboración de una teoría literaria latinoamericana apelando a elementos extrínsecos de la obra literaria. Proponer un «ir más allá» del texto focalizando su estudio en un marco referencial sociológico. Para ello se apoya en las contribuciones del materialismo dialéctico e histórico para llegar a una comprensión del mundo, esto por medio del análisis de una situación concreta. En este caso, la situación concreta latinoamericana.
A diferencia de Para una teoría... en el que creía que esta situación concreta de nuestra América era única, Fernández Retamar postula la existencia de otras realidades únicas, «situaciones concretas» que pueden ser similares a esta. Pone énfasis en la «similitud», especialmente, que guarda Latinoamérica con Europa del este, la socialista.
Esta presuposición le permite esbozar, además de una «similitud» de realidades, una «similitud» en la literatura, dada por las condiciones sociales existentes, y por tanto, una «similitud» en el tratamiento critico y teórico de la misma.
Lo que, en síntesis, propone Fernández Retamar es estudiar la literatura latinoamericana con un abordaje crítico propio, pero que pueda aprovechar muy bien la experiencia de abordajes similares practicados a literaturas similares.
En este segundo ensayo Fernández Retamar reprocha el «inmanentismo» de la propuesta que alguna vez hiciera Alfonso Reyes[5] que, a la manera de Jakobson[6], postula la existencia de una especie de «literaturiedad», cuando hace el deslinde entre aquello que es y no es literatura. Deslinde que privilegia la orientación hegemónica, colonizadora de una literatura pura, y que deja de lado esa otra manifestación discursiva verbal impura, llamada por él «ancilar».
Fernández Retamar, apoyado en otro Formalista, Yuri Tinianov[7], y en J.A. Portuondo[8], postula que la línea central, la columna vertebral de la literatura latinoamericana es esa que, precisamente, desecha Reyes. Es decir, que el sentido que toma la literatura latinoamericana es opuesto al de la literatura europea occidental. Para Fernández Retamar esto se debe a que:

"dado el carácter dependiente, precario de nuestro ámbito histórico, a la literatura [la latinoamericana] le han solido incumbir funciones que en las grandes metrópolis han sido segregadas ya de aquella. De ahí que quienes entre nosotros colocan o trasladan estructuras y tareas de la literatura de las metrópolis -como es lo habitual en el colonizado-, no suelen funcionar eficazmente". (1994b: 109).

Entonces Fernández Retamar asume que este «carácter predominante», «esta función instrumental» de nuestra literatura obliga a un replanteo categorial, en el que debe ampliarse el corpus y aceptar en él, además de los ya clásicos géneros de la literatura occidental, otros «ancilares» como, las crónicas de Bolívar o Fidel, artículos como los de Mariátegui; memorias como las de Pocaterra, diarios como los del Che (Ibíd.: 110).
Una vez ampliado el corpus, Fernández Retamar, propone la formulación de los discursos que alimentan la teoría literaria: la crítica y la historia. Estos, a la vez que los plantea en términos de campos teóricos específicos, a nivel de teorías, los postula como correlacionados e Íntertextuales:

"historia y crítica literaria son como anverso y reverso de una misma tarea: es irrealizable una historia literaria que pretenda carecer de valoración crítica; y es inútil o insuficiente una crítica que se postule desvinculada de la historia: así como ambos mantienen relaciones esenciales con la correspondiente teoría literaria (Ibíd.: 17).

Para la historia literaria propone una periodización propia, que tenga, en efecto, en cuenta la situación concreta, pero que no por ello, abandone las interrelaciones que esta tenga con otras «realidades». Fernández Retamar afirma:

"A la mera aceptación de la categoría y denominaciones metropolitanas no puede oponérsele, tampoco aquí, una tabla rasa feroz como ingenua, sino una búsqueda concreta y una delimitación cuidados" (1984: 122).

En cuanto a la crítica literaria, además de otorgarle una valoración ideológica a ésta, propone que en ella pueda aprovecharse la integración de los métodos que en ese momento estaban en pugna: el estructuralismo y el sociologismo.

"Sin duda es integrando lo más valioso de tales métodos, y eludiendo sus escollos, como llegaremos a contar con la crítica que requerimos" (1994: 131) .
Fernández Retamar, termina así su ensayo:
"Y el que, como paso indispensable para elaborar nuestra propia teoría literaria insistimos en rechazar la imposición indiscriminada de criterios nacidos de otras literaturas, no puede ser visto, en forma alguna, como resultado de una voluntad aislacionista. La verdad es exactamente la opuesta. Necesitamos pensar nuestra concreta realidad, señalar sus rasgos específicos, porque sólo procediendo de esa manera, a lo largo y ancho del planeta, conoceremos lo que tenemos en común, detectaremos los vínculos reales, y podremos arribar un día a lo que será de veras la teoría general de la literatura general" (1995b: 134).

Aciertos y equivocaciones de una propuesta

Sin lugar a dudas, los ensayos de Fernández Retamar causaron revuelo en los ambientes del pensamiento crítico literario latinoamericano. Algunos asumieron como propias sus exigencias, avalando esa necesidad de una "verdadera teoría de la literatura latinoamericana" haciendo un cierrapuertas a cualquier manifestación teórica foránea. Otros, que igualmente, entendieron mal estas propuestas, vieron en Fernández Retamar a un aislacionista, adánicamente absurdo y dogmático.[9]
Creo que la propuesta de Retamar debe ser examinada con mucho cuidado. Entenderla en términos de búsqueda y autolegitimación, de tanteo metodológico y urgencia problemática.
La intención pragmática de Fernández Retamar, suscitada por el marco de referencia ideológico: el marxismo, es la de descolonizar los estudios literarios. Esta intención no lo empuja a postular un volver a fojas cero, desconociendo los aportes invalorables de occidente (Europa y USA). Por el contrario, alentó el aprovechamiento de estos en beneficio nuestro. En Para una teoría... Fernández Retamar escribe:
"Proponerle mansamente a nuestra literatura una teoría otra -como se ha intentado- es reiterar la actitud colonial, aunque tampoco sea cuestión de partir absurdamente de cero eliminando los vínculos que se conservan con la llamada tradición occidental, que es también nuestra tradición, pero en relación con la cual deben señalarse nuestras diferencias específicas" (1995a: 97).
Y reitera esta actitud, nada dogmática, cuando en Algunos problemas... escribe:

“Rechazar los escollos, sin embargo, no puede significar, de ninguna manera, rechazar los métodos [occidentales] de los cuales aquellos no son sino su desbordamiento, extrapolación o absolutización (1914b:131).

E insiste en esta posición cuando escribe en su Carta sobre la crítica:

"Los aportes verdaderamente científicos, no importa cual sea su lugar de origen, son desde luego ganancia de la humanidad toda [...] ya el viejo Andrés Bello, que no era precisamente un desmelenado, aconsejaba imitar a Europa más que en sus resultados, en los procedimientos que llevaron a esos resultados" (1995c: 138).

Estas palabras, pienso, rechazan de plano cualquier denominación de aislacionista, con el que se quiere encasillar a Fernández Retamar.
Quizás sea también, aparentemente, reprochable el que Fernández Retamar postule un tipo de literatura, la «ancilar», como expresión discursiva verbal propia del continente y desdeña otra, la occidental. Recordemos que Fernández Retamar elabora sus presupuestos desde un marco de referencia ideológico marxista: aquí la literatura cumple una función, sirve. En este enfoque lo que no está orientado en ese sentido, sencillamente, no existe. Pero Fernández Retamar, ampliando el paradigma ortodoxo marxista, no pretende la abolición de este tipo de literatura «veleidosa», sino que la subordina a la necesidad discursiva del continente: es necesario una literatura de combate, que libere, que concientice, que descolonice. Dentro de este paradigma, la intención pragmática es consecuente[10], además de apoyarse en una tradición literaria en la que la literatura es algo más que un juego estético.
El paradigma o matriz conceptual también orienta a que Fernández Retamar busque una especie de homología entre los países periféricos del Asia y el África (coincidentes en su condición social y económica) y los de Europa del este (por su situación política) con Latinoamérica. No creo que esta relación sea forzada; en verdad existen algunas similitudes, pero lo cierto es que hay una clara intención legitimadora del modelo y el pensamiento socialista (a pesar que Tinianov, por ejemplo no sea para nada un marxista). Y aún más, puede valorarse lo importante del engarce que ejecuta entre la tradición de pensadores periféricos euro orientales y nuestra tradición crítica, que sin ser de origen marxista, es, creo, una tradición subversiva y cuestionadora.
La propuesta de Fernández Retamar, sin embargo, adolece de una falla de base: el intentar construir una teoría de la Literatura Latinoamericana tomando corno referencia las exigencias de la cultura metropolitana, ¿Qué es lo que entiende Retamar por nuestra literatura?. La respuesta pragmática es aquella que enuncia la aceptación de los modelos metropolitanos, europeos. La literatura que él privilegia es aquella que se sustenta en el idioma colonizador: el castellano, y su forma repositoria es la escritura alfabética. Este acto puede leerse corno una negación, un olvido de la heterogeneidad de las culturas de América Latina y sus expresiones discursivas apoyados en la oralidad, un olvido del plurilingüismo reinante y la diversidad que puebla el continente.
Creo que el aporte de Fernández Retamar es fundamental al pensamiento crítico latinoamericano; es necesario retomar trabajos como el suyo para construir un verdadero modelo teórico que pueda permitirnos el abordar nuestras expresiones discursivas con rigor y cientificidad. A partir de su propuesta, Latinoamérica hacia pública una exigencia que data ya de una tradición bastante antigua y rica; en la que los nombres de Espinosa Medrano y Bello, Martí y Mariátegui, Portuondo y Cándido, son sólo algunos de sus puntos más importantes. No importa reconocer que ese proyecto epistemológico fracasó en su momento (Cornejo, 1994:14). Sin embargo, hoy surge como una necesidad imperiosa y trascendental para el destino de Latinoamérica. Es necesario regresar sobre los pasos de nuestros grandes críticos: Rama. Cornejo Polar, Nelson Osorio, Fernández Retamar, etc., y continuar su esfuerzo. Sólo así podremos elaborar un discurso que nos permita salvarnos de los vientos funestos de una globalización en la que precisamente apenas somos agentes pasivos, meros espectadores sin voz ni voto. Es necesario volver sobre el trabajo de nuestros críticos y sus propuestas. Apenas aquí se ha intentado decir algo, pero Fernández Retamar es mucho más; esta obra es actual, se abre a nuevos rumbos y dialoga constantemente con el mundo y su contemporaneidad. [11]

BIBLIOGRAFÍA
Bueno, Raúl.
1991 ”La teoría y desarrollo social en América Latina”. En: Escribir en Hispanoamérica. Ensayo sobre teoría y crítica. Lima: Latinoamericana Editores.
Cornejo Polar, Antonio.
1994 Escribir en el aire. Ensayo sobre la heterogeneidad socio-cultural en las literaturas andinas. Lima: Horizonte.
Díaz Caballero, Jesús
1991 Angel Rama o la crítica de la trasculturación. Ultima entrevista. Lima: Lluvia Editores.
Fernández Retamar, Roberto
1995a “Para una teoría de la literatura Hispanoamericana”. En: Para una teoría de la literatura hispanoamericana y otras aproximaciones. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.
1995b “Algunos problemas teóricos de la literatura Hispanoamericana”. En: Para una teoría de la literatura hispanoamericana y otras aproximaciones. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.
1995c “Carta sobre la crítica”. En: Para una teoría de la literatura hispanoamericana y otras aproximaciones. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.
García-Bedoya, Carlos
1993 “Apuntes fragmentarios sobre los estudios literarios latinoamericanos 1970-1992”. Revista Iberoamericana, 164-165: 509-520.
1997 “Los estudios literarios latinoamericanos: un balance (en homenaje a Antonio Cornejo Polar)”. La casa de cartón de Oxy, 11: 9-20.
Mignolo, Walter
1991 “Teorizar a través de las fronteras culturales”. En: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, XVII, 33. Lima.
Navarro, Desiderio
1982 “Eurocentrismo y Antieurocentrismo en la teoría literaria de América Latina y Europa”. En: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 16. Lima.
Osorio, Nelson
1989 “Situación actual de una conciencia crítico literaria (borradores de una exposición)”. En: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, XV, 29. Lima.
Ramos, Julio
1989 Desencuentros de la modernidad en América Latina. Literatura y política en el siglo XIX. México: Fondo de Cultura Económica.
Notas

[1] Preocupación que compartió con un selecto grupo de estudiosos latinoamericanos como Antonio Cornejo Polar, Ángel Rama, Nelson Osorio, Antonio Cândido y otros más de igual importancia intelectual.

[2] Desde ahora en adelante se abreviará por Para una teoría..
[3] De ahora en adelante se abreviará como Algunos problemas...
[4] Esta especie de ingenuidad del crítico latinoamericano que resalta Fernández Retamar, es condenada a ultranza por Desiderio Navarro: “[...] la aplicación acrítica a nuestra realidad literaria de teorías, leyes, categorías o simples conceptos elaborados sobre la base exclusiva de las literaturas metropolitanas, no pondrán ser más un acto de ingenua "falsa conciencia", sino sólo fruto de una decisión ideológica deliberada, de una "mala conciencia" (Navarro, 1982:26).

[5] Alfonso Reyes. El deslinde. Prolegómenos a la Teoría Literaria, 1944. Obra citada por Retamar así como las que aparecen en notas 6,7 y 8.
[6] Roman Jakobson. La Nueva Teoría Rusa. Esbozo primero: Velimir Jlebnicov, 1921.
[7] Yuri Tinianov. El hecho Literario (1924) y sobre la evolución literaria (1927).
[8] José A. Portuondo. Literatura y Sociedad (1969).
[9] Véase la actitud de Ángel Rama frente al proyecto de Retamar "[...] creo que el libro de Roberto Fernández Retamar es uno de los errores mayores que se han cometido en materia de crítica: que es postular la existencia de una Teoría Literaria que, como tal, es una regla general, pero que solamente rige para la literatura Latinoamericana" (Díaz Caballero, 1991: 22).
[10] Julio Ramos enfatiza esta función multifacética que cumple la literatura en los principios de la vida republicana en América. El escritor, y su discurso, tienen que ocuparse de otras esferas ideológicas: política, sociología, etc. (Ramos, 1989). Creo que ésta función “ancilar” de nuestra literatura se da aún hoy. ¿Acaso el etnotestimonio, no desborda el canon de esa literatura «pura» que Reyes defiende?.
[11] Mignolo (1993). Es importante la orientación que hace de la propuesta de Retamar, en el debate actual entre regionalistas y universalistas de la teoría literaria. Retamar, al negar la universalidad de esta teoría vislumbra la necesidad de teorizar a nivel regional, propia, específica. Postula la necesidad de teorizar a través de las culturas.
Nota biográfica: Richard Angelo Leonardo Loayza (Arequipa) Licenciado en Literatura por la Universidad Nacional de San Agustín. Ha realizado estudios de Maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; egresado del Diploma de Estudios de Género de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente estudia la Maestría en Estudios Culturales en esta misma universidad. Co-fundador del Grupo de Estudios Literarios Latinoamericanos Antonio Candido ( GELLAC). Ha participado como ponente en diferentes eventos nacionales e internacionales, y ha publicado diferentes artículos sobre la especialidad. Se desempeña como profesor de la Escuela de Literatura de la Universidad Nacional Federico Villarreal y en la Universidad de San Martín de Porres.

Entrevista a Judith Butler: Hay que salir de la victimización





Escrito por Ima Sanchís/Red ubatorcida
martes, 15 de enero de 2008



“51 años. Nací en Ohio, y vivo en California. Enseño retórica y teoría de la literatura en la universidad de Berkeley y escribo sobre cuestiones de género e identidad sexual. Vivo con mi compañera, también profesora en la Universidad , y tenemos un hijo juntas de 12 años. Es necesaria una alianza de movimientos sociales contra la guerra. Soy agnóstica con valores judíos”.
En qué momento está el feminismo norteamericano?
—Necesita establecer alianzas globales.
—¿Alianzas con quién?
—Hay que dejar de pensar en el feminismo como algo que pertenece a las mujeres en entornos urbanos del mundo occidental.
—¿Alianzas con mujeres de otras culturas?
—Sí, con mujeres en situaciones globales muy diversas. Y es importante que el feminismo se siga estructurando como una lucha contra la violencia, tanto la de género como la de la guerra. Y también me parece importante que el feminismo establezca alianzas con las minorías sexuales.
—¿Por qué mezclar guerra y feminismo?
—Porque es sintomático que Bush declarara que la guerra en Afganistán se hacía para liberar a las mujeres afganas.
—¿Ha fracasado el feminismo del siglo XX?
—Yo tengo una visión positiva. La progresión ha sido desigual, pero claramente podemos ver que hay mejores salarios y condiciones de trabajo para las mujeres. Y en buena parte del contexto global las mujeres tienen más participación en la decisión política.
—Sea autocrítica.
—Algunas formas de pensar feministas eran demasiado rígidas, pensaban en el hombre como el opresor y en la mujer como víctima.
—¿No se corresponde a la realidad?
—No, el feminismo que atrae a las nuevas generaciones es el que acentúa la libertad y el poder más que la victimización. El feminismo necesita un discurso afirmativo y, sobre todo, cuestionar lo que significa ser mujer y ser hombre.
—¿No estamos definidos por la biología?
—No, la biología es importante pero el género se construye de diferentes maneras en diferentes culturas, y lo que es más interesante es que cada una de esas construcciones se piensa a sí misma como natural. Hoy sabemos que no hay un único patrón con respecto a lo que significa ser hombre o ser mujer.
—¿Entonces?
—Mi propuesta es que pongamos en cuestión la estigmatizació n con la que se carga a las personas que no corresponden con la norma de género y sexual.
—Usted se refiere al diferente, no a lo femenino.
—Incluso las mujeres que aparecen como muy femeninas tienen que luchar cada día para defender esa feminidad, tienen que maquillarse, arreglarse, controlar sus andares… Todos esos gestos son parte de lo que construye el género en la vida cotidiana.
—Pero igual es un placer, un juego.
—Aun así sufren la ansiedad o el miedo de no responder a ese tipo de construcción.
—Todos representamos un papel, una suma de roles
—Propongo que esos modelos sociales acepten estilos singulares. Simone de Beauvoir decía que no se nace mujer sino que se deviene mujer. Si uno se puede convertir en una mujer, ¿es posible convertirse en algo que no sea una mujer?
—¿?
—El feminismo siempre se ha interesado por cuál es la versión de lo femenino a la que se debe llegar, necesitamos nociones de género más amplias que permitan que las personas puedan vivir de manera más abierta.
Pues el 90% de las adolescentes de su país piden como regalo de graduación una operación de pechos.
—Eso muestra precisamente que muchas jóvenes tienen ansiedad con respecto a sus posibles carencias para incorporar las normas de feminidad. Pero coexisten también movimientos de juventud que cuestionan las normas de género.
—¿Cuál es su propuesta para ellas?
—Ofrecer una filosofía de la libertad. Lo importante es dirigirnos al deseo que todos tenemos de aceptar la complejidad del otro, de lo diferente. Algo que aparece después de esa primera sensación de rechazo que devienen de nuestros estereotipos.
—En España mueren asesinadas por sus compañeros casi dos mujeres a la semana.
Por eso insisto en que el feminismo necesita ser afirmativo y salir de la victimización, que esas mujeres adquieran capacidad de actuar y de resistir esos modelos de feminidad por ejemplo aprendiendo técnicas de autodefensa.
—Ahora me ha sorprendido.
—Puede parecer muy banal, pero se trata de un feminismo no victimizante que insiste en la capacidad que tienen las mujeres en resistir los modelos de género. Y también creo en el aprendizaje y la lectura como medio para salir del espacio doméstico y de las normas; creo en las estrategias de desarrollo de poder personal.

Vida sacrificada
Cuando le pregunta a su hijo si ha sido difícil crecer con dos madres, él le responde que no, que lo difícil ha sido crecer con dos profesoras. Butler que ha dirigido un seminario en el MACBA, es una de las más destacadas pensadoras feministas estadounidenses, la autora más referenciada en la literatura feminista actual. Para ella género, sexo y sexualidad se producen culturalmente a través de acciones repetidas dentro de un discurso regulador. Refuta la idea de que el sexo sea el que dé origen al género. Sexo y sexualidad, lejos de ser algo natural, son algo construido. Apela al feminismo de la multidiferencia y propone una pregunta para las mujeres: ¿seguiría siendo una mujer sino viviera esta vida sacrificada?

Botella al mar para el Dios de las palabras Gabriel García Márquez





A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»
El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.
Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.
La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo:
«Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?
Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo veintuno como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos.
Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?
Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis 12 años.

La caperucita azul


Aquella niña de siete años, inserta en paisaje alpino, era encantadora. La llamaban, por su indumentaria, caperucita azul.
Su encanto físico quedaba anulado por su perversidad moral. Las personas cultas del pueblo no podían explicar cómo en un ser infantil podía acumularse la soberbia, la crueldad y el egoísmo de un modo tan monstruoso.
Sus padres luchaban diariamente para convencer a Caperucita.
- ¡Llevarás la merienda a la abuelita¡
- ¡No¡
Y surgían los gritos y amenazas. Todo lo que surge cuando hay un conflicto educacional.
Caperucita tenía que atravesar todos los días, tras la discusión, un hermoso pinar para llegar a la casita donde vivía sola su abuelita.
Caperucita entraba en casa de su abuela y apenas la saludaba. Dejaba la cesta con la merienda y marchaba precipitadamente, sin dar ninguna muestra de cariño.
Había en el bosque un perro grande y manso de San Bernardo. El perro vivía solo y se alimentaba de la comida que le daban los cazadores. Cuando el perro veía a Caperucita se acercaba alegre, moviendo el rabo. Caperucita le lanzaba piedras. El perro marchaba con aullido lastimero. Pero todos los días el perro salía a su encuentro, a pesar de las sevicias.
Un día surgió una macabra idea en la pequeña, pero peligrosa mente de la niña. ¿Por qué aquel martirio diario de las discusiones y del caminar hasta la casa de su abuela?
Ella llevaba en la cesta un queso, un pastel y un poco de miel. ¿Un veneno en el queso? No se lo venderían en la farmacia. Además, no tenía dinero. ¿Un disparo? No. La escopeta de su padre pesaba mucho. No podría manejarla.
De repente brilló en su imaginación el reflejo del cuchillo afilado que en su mesita tenía la abuelita.
La decisión estaba tomada. El canto de los pájaros y el perfume de las flores no podían suavizar su odio. Cerca de la casa surgió de nuevo el enorme perro. Caperucita le gritó, lanzándola una piedra.
Llamó a la puerta.
- Pasa, Caperucita.
Su abuela descansaba en el lecho. Unos minutos después se oyeron unos gritos.
Cuando el cuchillo iba a convertirse en un instrumento mortal, Caperucita cayó derribada al suelo. El pacífico San Bernardo había saltado sobre ella. Caperucita quedaba inmovilizada por el peso del perro. Por el peso y el temor: Por primera vez, un gruñido severo, amenazador, surgía de la garganta del perro.
La abuelita, tras tomar un copa de licor, reaccionó del espanto. Llamó por teléfono al pueblo.
Caperucita fue examinada por un psiquiatra competente de la ciudad. Después, la internaron en un centro de reeducación infantil.
La abuelita, llevándose a su perro salvador, abandonó la casa del bosque y se fue a vivir con sus hijos.



Veinte años después, Caperucita, enfermera diplomada, marchaba a una misión de África.
-¿ A qué atribuye usted su maldad infantil? –le preguntó un periodista.
- A la televisión –contestó ella subiendo al avión.
En África, Caperucita murió asesinada por un negro que jamás vio un televisor, pero había visto otras cosas.

Ignacio Viar